Una de las afecciones más habituales entre las mujeres embarazadas es la gingivitis. Este problema suele aparecer, normalmente, entre el tercer y el octavo mes de embarazo y desaparece durante el parto. Debido a esto, es fundamental mantener hábitos saludables y una buena higiene bucodental.
Por otro lado, existen algunos tratamientos que, de ser posible, sería conveniente posponerlos a después del parto. Entre estos se encuentra la utilización de los productos profesionales que actúan blanqueando los dientes.
Entonces, ¿Los tratamientos bucodentales pueden afectar al feto?
Es muy importante dejar patente el beneficio que supone el control de las enfermedades orales en la mujer embarazada. Este hecho supondrá la disminución de las bacterias en la saliva de la mujer y, con ello, evitamos la transmisión de estos agentes bacteriológicos de la madre al recién nacido.
Es importante seguir, al menos, estas tres pautas para garantizar una salud bucodental óptima durante el embarazo:
- Minucioso cepillado dental con pasta fluorada, al menos dos veces al día.
- No olvidar la higiene entre los dientes con hilo de seda o cepillos interproximales.
- Cuidar una correcta alimentación, evitando el consumo excesivo de alimentos azucarados, fundamentalmente entre horas.
- Acudir al dentista.
¿Y tras el parto? ¿Qué cuidados deben seguir las mamás en lo que se refiere a salud bucodental?
Cuando el niño nace, la madre debe conocer que ciertos hábitos que implican la contaminación de la saliva de la madre al bebé deben ser evitados. Costumbres como pasar la cuchara de la madre al niño, besar en la boca al bebé o incluso ”limpiar” el chupete con la propia saliva del adulto, genera el consiguiente intercambio de bacterias que son nocivas para el pequeño.
Como norma de higiene, aunque nuestro hijo no tenga dientes aún, es importante tener la costumbre de pasar una gasa por sus encías después de cada toma. Posteriormente, existen cepillos adaptados a cada etapa, que deben ser utilizados desde la salida del primer diente.
Los niños nacen sin caries y es responsabilidad de los progenitores conservar una buena salud oral desde el principio. La prevención es la forma más barata y sencilla de generar salud.
Por ello, la Asociación Americana de Odontopediatría y la Sociedad Española de Odontopediatría recomiendan la visita al odontopediatra a partir de los 6 meses de vida.
Dra. Paloma Planells
Vocal de Odontopediatría de la Comisión Científica del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM)