Es necesario recordar que la caries infantil es fundamentalmente una enfermedad infecciosa, y por tanto un foco de infección que debemos combatir cuanto antes, sea cual sea el diente y la edad ala que se presente la enfermedad.
Pero si a ello añadimos que el niño necesita una boca sana para facilitar su alimentación y por consiguiente su crecimiento adecuado, estaremos en condiciones de reconocer la importancia del cuidado y reparación de un diente de leche.
A todo ello hay que añadir que debajo de todos y cada uno de los dientes de leche hay un diente permanente preparado para formarse y salir a la edad que corresponda.
¡¡Y se encuentra en ese lugar desde el nacimiento¡¡ por lo cual cualquier infección o flemón que se produzca en la zona, puede afectar al diente permanente en formación, que precisa que el diente de leche esté sano y permanezca en su lugar hasta el momento del recambio ya que “su sitio “ es guardado perfectamente por el diente de leche.
Si el diente de leche desaparece por la causa que sea ( caries o traumatismos) antes de tiempo, es necesario poner algún tipo de aparato que reponga las importantes funciones del diente perdido, hasta la salida del diente permanente.
Los dientes de leche pueden sufrir caries infantil, igual que los del adulto.
Pero por las características propias de los dientes de leche, una vez que se inicia la caries, esta tiene una avance más rápido y afecta al tejido nervioso del diente más deprisa que en el adulto, por lo que conviene acudir al especialista cuanto antes.
Las caries infantiles pueden aparecer desde el mismo momento que aparecen los dientes en la boca del niño, es decir, a los seis meses de vida.
Hay por desgracia un tipo especial de caries que aparece a muy corta edad que se denomina caries de la infancia temprana, caries del biberón que produce un deterioro rápido y agresivo de los dientes alrededor de los veinte – veinticuatro meses de vida.
Se producen al añadir azúcares (cereales azucarados) o miel al biberón del niño o al chupete, y este permanece durante largo tiempo en la boca del bebé ( el peor momento es la noche).
También el consumo frecuente de zumos de fruta pueden causar un grave deterioro dental, sobretodo si se mantienen de forma prolongada en la boca del niño, ya que en estos productos se contienen los ingredientes que más favorecen la desmineralización dentaria, y por tanto la formación de caries, que son azúcar y ácidos.
Los dientes de leche pueden sufrir caries, igual que los del adulto.
Las caries infantiles pueden aparecer desde el mismo momento que aparecen los dientes en la boca del niño, es decir, a los seis meses de vida.