Limpieza dental infantil.En algunos colegios se instauraron programas preventivos de fluorizaciones
semanales consistentes en la utilización de un colutorio, si bien estos programas no se encuentran
repartidos de forma homogénea en los colegios españoles y no tienen la necesaria continuidad que
garantice su efectividad.
Nuestra opinión desde La Sociedad Española de Odontopediatría es que deberían dedicarse esfuerzos a
educar a los niños sobre prevención y conservación de la salud, en general y a la salud oral en
particular.
Las enseñanzas instauradas a edades tempranas son la mejor forma de establecer unos correctos
autocuidados en el futuro adulto.
La limpieza dental infantil supone enseñar al pequeño unos correctos autocuidados en salud dental. Serán
el mejor medio para evitar problemas en el futuro. De ahí que sea beneficioso que los papás vayan
educando al pequeño en prevención y conservación de la salud dental.
Una parte importante de esa educación es la referida a la dieta, que básicamente se centra en que no sea abundante en azúcares refinados, evitando los alimentos de consistencia blanda y pegajosa.
Iniciar las visitas cuando el niño es pequeño le ayuda a tomar contacto con este ambiente, y sobre todo, teniendo en cuenta que la implantación de medidas preventivas (limpieza dentaria, aplicación tópica de flúor) no son molestas, lo cual repercute en una sensación agradable y, desde luego, de motivación positiva hacia la siguiente visita de control.
1º. Empezamos limpiando la superficie masticatoria de las muelas con movimientos de atrás hacia delante.
2º. Para limpiar la superficie externa e interna del diente colocamos el cepillo en un ángulo de 45º en dirección con la línea de las encías. Haremos movimientos suaves y breves de vaivén, desde la encía hacia el resto del diente. Lo repetiremos en dientes posteriores y anteriores, así como superiores e inferiores.
3º. Por último, hay que terminar cepillando la lengua.
4º. Son necesarios 2 minutos, 3 veces al día y recuerda que es muy importante el cepillado antes de acostarse.
En cuanto a si puede realizarlo el pequeño solo, dado que el niño no tiene una destreza manual suficiente como para realizar un cepillado efectivo hasta los ocho años (según los odontólogos, algunos adultos no llegan nunca a realizarlo correctamente) conviene que lo hagan acompañados.