En la actualidad se puede decir que las caries disminuyen y los traumatismos dentales aumentan en la consulta del odontopediatra.
Las estadísticas establecen que de los niños con dientes de leche, el 50% de ellos habrá sufrido un traumatismo antes del fin de los estudios primarios.
La prevalencia en dientes definitivos ha ido aumentando con los años desde el 20-30% en los años 1995, hasta el 20-58% en el año 2003.
¿Cuáles son las causas de los golpes o traumatismos en dientes?
Las causas de los golpes o traumatismos son muy diversas y habría que diferenciar entre los
golpes en los dientes de leche y los golpes en los dientes permanentes.
En los dientes de leche son más frecuentemente en el momento en que el niño comienza su vida
autónoma y empieza a caminar.
Son fruto de su incoordinación motora. Las edades en las que se producen son muy tempranas (
alrededor del año de vida) por lo cual el tratamiento también se complica debido a las
especiales circunstancias de manejo del comportamiento en niños de tan corta edad.
Siempre es preciso la visita al especialista que evalúe la lesión lo más tempranamente posible y
realice el tratamiento y seguimiento posterior del área lesionada.
Las secuelas por el golpe pueden aparecer no sólo en el diente de leche( cambio de color,
movilidad, flemón….) sino, también en el diente permanente en formación, íntimamente unido al
diente de leche desde el nacimiento.
Estas secuelas son variadas ( cambio de color , adelgazamiento o pérdida del esmalte) y
aparecerán en el momento de la salida del diente permanente ( alrededor de los siete años ).
En los dientes permanentes, las causas son fundamentalmente los deportes violentos y juegos. Los
traumatismos en accidentes de tráfico han ido disminuyendo con el establecimiento de las medidas
de seguridad necesarias para transportar a los niños.
Desgraciadamente hay un factor que debemos de tener en cuenta como posible causa de traumatismo
en el niño, fundamentalmente de corta edad, son los malos tratos a la infancia.
El odontólogo también debe ser canalizador de las denuncias cuando se sospechen estos
hechos.
Son factores predisponentes relacionados con la forma de las arcadas de los maxilares, la falta
de contacto de los labios superior e inferior (niños que permanecen con la boca abierta
continuamente) respiradores por la boca, la profusión de los dientes superiores e inferiores
(los llamados dientes de conejo).
También los niños con alguna deficiencia o discapacidad que produce una incoordinación motora
haciéndoles más propensos a las caídas.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes?
En este caso hay que distinguir nuevamente entre el diente temporal y el permanente.¿Cómo se puede mitigar el dolor después de un traumatismo en un diente?
Evidentemente un traumatismo de los dientes es doloroso y los niños tienen diferentes formas
de manifestar el dolor.
En los bebés puede manifestarse como imposibilidad de succión o rechazo al alimento.
Cuando se produce la eliminación de esmalte y dentina y sobre todo cuando el nervio queda
expuesto, hay una sensibilidad aumentada al frío, calor y roce de los alimentos. El
tratamiento de la lesión mejora la sintomatología.
En ocasiones son necesarias además de las medidas higiénicas pertinentes, la asociación de
antibióticos y analgésicos.
Además de la recomendación de dieta blanda durante los días posteriores al golpe.
En cualquier caso que se produzca un golpe en los dientes, se hace imprescindible el asistir
de forma urgente al odontopediatra. Toda lesión aunque aparentemente no haya producido daño
o molestias, puede desencadenar secuelas en el futuro, el dentista se encargará de realizar
la revisión y seguimiento del caso para minimizar las consecuencias.
¿En qué consiste el tratamientos tras un traumatismo?
Depende de cada caso y sobre todo de la edad y tipo de dentición en la que se produzca.
Cuando el golpe se produce en un diente permanente que acaba de salir, lo fundamental es seguir
el caso a lo largo del tiempo hasta la completa maduración o crecimiento del diente
permanente.
Cuando el traumatismo ocurre en el diente de leche, lo primero que tenemos que tener presente es
que el diente permanente en fase de formación se encuentra íntimamente unido a la raíz del
diente de leche y, por tanto, un golpe, por mínimo que parezca, puede producir una alteración en
la formación correcta del diente definitivo. Las secuelas las podremos evidenciar cuando se
produzca su salida.
Cuando el diente de leche, como consecuencia del golpe sale por completo del hueso, no es
conveniente volverlo a colocar en su lugar ya que puede tener consecuencias en los dientes
permanentes en formación.
En estos casos se debe reponer mediante una prótesis o aparato el diente o dientes perdidos con
el objetivo de que el niño recupere las funciones de fonación, masticación y la estética
adecuada a su edad. El odontopediatra le aconsejará sobre el momento oportuno para la colocación
de la prótesis en cada caso.
¿Cómo actúa el odontopediatra frente a un traumatismo?
El especialista se encargará de implementar las medidas necesarias para reducir las
consecuencias de dicho golpe. A partir de la primera hora de situación del diente fuera de la
boca el pronóstico empeora, ya que las células del ligamento comienzan a deteriorarse.
El trabajo de reconstrucción de un diente es muy laborioso ya que se trata de imitar lo mejor
posible la naturaleza, forma y color de los dientes rotos.
Lógicamente el uso, frecuentes traumatismos de repetición y coloraciones por los alimentos,
entre otros factores, pueden llevar a diferentes reposiciones del material.
Los cambios en los parámetros de la dentición, mordida, pueden provocar igualmente nuevas
reconstrucciones.
Si el golpe afectó al nervio, raíz o ligamento del diente, el pronóstico, lógicamente
empeora.
Hay estudios internacionales que demuestran el elevado coste derivado de los traumatismos
dentarios, ya que en muchos casos implican la colocación de varios procedimientos o tratamientos
durante la vida del niño y adolescente, pero además implicarán secuelas de por vida en el
adulto.
Más importantes si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos se afecta la zona de delante
de la boca, que es la que más repercute en la estética de la sonrisa.
Hay federaciones deportivas que exigen a los participantes el uso de un protector bucal.
Lo ideal sería que cada niño que practique un deporte violento utilice un protector, sobre todo
en los casos en que existieran factores predisponentes ( respiración fundamentalmente por la
boca, profusión de los dientes, falta de cierre labial..) para padecer traumatismos
dentales.
Existen en el mercado diferentes tipos de protectores, lo mejor es utilizar aquellos que
permiten amoldarse a la forma individual de cada boca.
Idealmente se realizan en la consulta dental, después de tomar unos moldes de los dientes del
paciente, individualizando en cada caso y según requerimientos específicos de cada niño como
tipo de respiración, y de mordida, utilización conjunta con aparatos de ortodoncia…con el
objetivo de que proteja adecuadamente todos y cada uno de los dientes ante un golpe
violento.
¿Cómo actuar ante un traumatismo?
¿Por qué se dice a los padres que intenten conservar el diente roto en leche o suero y acudan
rápidamente al odontólogo?. ¿Es que el diente está todavía vivo? ¿De cuánto tiempo disponen para
llevarlo al médico?
Lo primero que conviene aclarar es que todas estas consideraciones se hacen exclusivamente para
los golpes en dientes permanentes y no en dientes de leche.
Lo importante es conservar lo mejor posible el diente durante el tiempo en que se encuentran
fuera de su lugar en la boca.
Hay una estructura muy importante que es el ligamento que rodea al diente a la altura de la raíz
y sirve para sujetarlo al hueso, lógicamente sus células se encuentran dañadas y rotas al salir
bruscamente el diente de la boca.
La recogida y manipulación del diente nunca debe de hacerse por la zona de la raíz, el lavado se
realizará con suero o leche intentando la recolocación del diente en el alveolo dentario y
acudir de forma inmediata al odontopediatra. Si ello no fuera posible o no nos sintiéramos
capaces de hacerlo, el traslado de dicho diente debe de hacerse de forma urgente al
odontopediatra, conservándolo en medio húmedo (suero, leche, e incluso, colocado en la propia
boca bajo la lengua) nunca en seco (servilletas, pañuelos…).
El especialista se encargará de implementar las medidas necesarias para reducir las
consecuencias de dicho golpe.
A partir de la primera hora desde que el diente está fuera de la boca el pronóstico empeora, ya
que las células del ligamento comienzan a deteriorarse.